BEISBOL DE LA MONTANA 315

Para este viernes, los Rockies de Colorado tendrán ya 77 partidos jugados en la temporada 2018 del béisbol de las grandes ligas y aún siguen batallando para ganar en su propio estadio, apenas el martes pasado fueron capaces de hacer explotar la dinamita en su alineación y vapulearon a los Mets de Nueva York para así acabar con una seguidilla de ocho partidos perdidos consecutivamente en Coors Field.
A partir de este fin de semana a Rockies le quedarán 47 juegos como local, y haciendo un análisis de lo que necesitan, podemos llegar a la conclusión de que el equipo debe seguir jugando bien fuera de casa, pero si realmente tanto jugadores como cuerpo técnico y directiva quieren que fuera de Colorado vean a Rockies como el equipo que antes de iniciar la temporada estaba contemplado como uno de los posibles para ganar la Division Oeste de La Liga Nacional, entonces tendrán que encontrar la fórmula para armar el rompecabezas y poner la piezas en su lugar para que de esos 47 juegos que quedan en casa se ganen al menos unos 32. Cierto es que el béisbol es un deporte de estadísticas y el que gane más es el que avanza a la siguiente ronda, sin importar dónde y cómo se den esas victorias, pero de continuar los números con la tendencia que tienen ahora, entonces Rockies podría quedar con números aproximados de 43 ganados y 38 perdidos en calidad de visitante, y de local si no mejora, tendría al final números aproximados de 37 ganados por 44 perdidos. Esto sumaría un total aproximado de 80 juegos ganados en total. Eso es dos juegos por debajo de las .500 milésimas, y como se está dando la situación en la división a la que pertenecen, eso no le alcanzaría ni para llegar de comodín. De ahí la importancia que representa que Rockies vuelva a ser dominante en casa y que pudiera llegar al menos a 50 juegos ganados en su parque. Con eso podría aspirar a cuando menos el segundo lugar divisional y así poder llegar de nuevo como “wildcard” a los play-offs. Así que de no mejorar en casa las posibilidades de avanzar se reducirían considerablemente. Ojalá que nuestro equipo pueda comenzar a remontar, sobre todo ahora que para junio y julio vienen algunas series interdivisionales.
Algo afortunado es que ya se está acercando la pausa de media temporada para darle paso al juego de las estrellas. Y eso representa una semana casi completa de descanso para el picheo no solo de Rockies sino de todos los equipos, pero en particular para Rockies esto va a significar un verdadero bálsamo para los brazos, sobre todo para los relevistas que han estado trabajando bastante. Esperemos que las cosas mejoren, sobre todo cuando Rockies juega como local.
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